Paso 1:
En una ensaladera se pone el huevo y se bate un poco. Se añade el aceite, la leche y el anís. Se bate para que quede bien mezclado. Se agrega el azúcar y la levadura. Después se va añadiendo la harina que admita. Se forman unos rollitos del grueso de un dedo meñique fino y se moldean las rosquillas en redondo. Se pone aceite a calentar y se frien las rosquillas por tandas, primero con el aceite poco caliente y después más caliente (cuando se hayan inflado) para que queden bien cocidas por dentro y doradas por fuera. Se sacan y se dejan escurrir. Cuando están aún calientes para que se adhiera bien, se espolvorean con azúcar glas.