Paso 1:
Poner a remojo las semillas de sésamo para activarlas. Lo ideal es dejarlas toda la noche.
Una vez pasado el tiempo las aclaramos bien varias veces y las reservamos. Lo ideal es activar una buena cantidad y luego dejar que se sequen bien al sol o en una deshidratadora y guardarlas en un tarro se cristal en la nevera. Así las puedes usar cuando quieras sin tener que esperar.
Paso 2:
Por otro lado ponemos a remojar los dátiles, sin el hueso, durante un par de horas.
Paso 3:
Cuando ambos ingredientes estén listos ya podemos hacer el batido. Ponemos en una batidora la manzana troceada, los dátiles y el sésamo y añadimos agua, id calculando la cantidad poco a poco en función de si lo queréis más o menos espeso, lo trituramos bien y ya está listo.