Paso 1:
Tan sencillo como freír en la sartén un buen número de patatas cortadas no muy delgadas (o prefritas congeladas, jeje) y cuando veas que están a punto, echar bastantes tiras de beicon ahumado. Sé generoso/-a en este punto o te arrepentirás después.
Paso 2:
En otra sartén, fríe una cebolla cortada muy muy fina. Mejor si la picas con la picadora. Cuando esté bien pochada, retírala y reserva en un plato con papel absorbente.
Paso 3:
Lo mismo con las patatas. En una fuente pon papel de cocina y vierte en ella las patatas con el beicon, para que suelten el aceite que debe sobrar.
Paso 4:
En una fuente para el horno pon las patatas y el beicon primero, después la cebolla y encima el queso. Selecciona tres o cuatro tipos de queso diferentes y rállalos o córtalos en rodajas. Ahora lo gratinaremos en el horno (o si lo prefieres, en el microondas).
Paso 5:
El siguiente paso es hacer los huevos fritos, mínimo uno por persona. Y los rompes, claro. Ummmmmmm!!!