Una vez limpio y troceado el conejo, se coloca en una olla y le echamos el aceite y la sal por encima. Se pica la cebolla y el ajo y se le añade la pimienta picante al gusto.
Por último añadimos el pimentón, el coñac un poquito de pimienta picante, removemos bien todo y lo dejamos en adobo toda la noche anterior.
Paso 2:
En la misma olla se pone a fuego lento y le vamos añadiendo agua poquito a poquito, según la vaya necesitando para evitar quitarle el sabor.
Después de 45 minutos de cocción los servimos en su salsa.